Por qué no deberías usar el filtro de Studio Ghibli

En los últimos días, las redes sociales se han llenado de imágenes transformadas al inconfundible estilo de Studio Ghibli, gracias a la última actualización de ChatGPT. Sin embargo, lo que para algunos es un juego visual, para otros representa una amenaza real para el arte y la creatividad humana.

La tendencia ha reavivado el debate sobre la inteligencia artificial y su impacto en los derechos de autor y la ética en la industria creativa. Studio Ghibli, fundado por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, ha producido algunas de las películas de animación más icónicas de la historia. Sin embargo, el propio Miyazaki ha sido un crítico acérrimo del uso de IA en la animación. En 2016, tras ver una demostración de animación generada por IA, el cineasta declaró estar “totalmente asqueado” y calificó la tecnología como “un insulto a la vida misma”.

La controversia alcanzó nuevos niveles cuando la Administración de Donald Trump utilizó el filtro para transformar la imagen de una mujer migrante detenida por agentes de inmigración, en un gesto que fue considerado insensible y ofensivo. Además, abogados expertos en propiedad intelectual han señalado que la generación de arte con IA plantea serios problemas legales si el modelo fue entrenado sin permiso en obras protegidas por derechos de autor.

A pesar de las críticas, OpenAI ha fomentado la popularización de la ‘ghiblificación’ y su CEO, Sam Altman, incluso cambió su foto de perfil a una imagen con el filtro. La empresa ha implementado límites temporales en la generación de imágenes, pero Altman ha asegurado que “espera” que pronto sean eliminados.

La IA generativa sigue planteando preguntas incómodas sobre la autoría y el valor del trabajo artístico. Mientras tanto, muchos artistas y seguidores del cine de Miyazaki llaman a la reflexión: si realmente apreciamos el arte y la visión de Studio Ghibli, ¿no deberíamos respetar su postura y rechazar el uso de estos filtros?