Aumentan casinos clandestinos en Morelia

Por Redacción

* Durante la administración de Alfonso Martínez Alcázar la aparición de casinos clandestinos está en aumento, muestra de ello, es el que se ubica a 500 metros de Palacio Municipal.

Morelia, Mich., a 17 de noviembre.- Durante la administración que encabeza el panista Alfonso Martínez Alcázar, el crecimiento de casinos clandestinos se encuentra en aumento, muestra de ello es el que se ubica a menos de 500 metros de distancia de la oficina del alcalde, en pleno Centro Histórico de la capital michoacana.

Además, por toda la ciudad, negocios de máquinas tragamonedas están también en aumento, así como apuestas prohibidas, empero, pasan desapercibidas para los inspectores del Ayuntamiento de Morelia y del propio edil Alfonso Martínez.

Desde 2017, en la primera gestión del entonces independiente, llamó la atención la instalación de un local sobre la avenida Morelos Sur, apenas a una cuadra de la catedral de Morelia. El espacio ni siquiera se esfuerza en disimular a las “maquinistas” que diariamente atraen a decenas de personas a realizar apuestas.

A pesar de que en el Centro Histórico se tienen desplegados al menos 40 supervisores de inspección y vigilancia, el espacio nunca ha sido clausurado.

Durante el presente año, el gobierno del estado inició la cruzada para erradicar las máquinas tragamonedas por estar directamente relacionadas al crimen organizado y otras actividades generadoras de violencia. El exhorto, fue desestimado por parte del gobierno de la capital michoacana.

La legislación es clara; la Secretaría de Gobernación federal, a través de la Dirección General de Juegos y Sorteos y propiamente la Ley Federal de Juegos y sorteos, establece en el Artículo 1º.- “Quedan prohibidos en todo el territorio nacional, en los términos de esta Ley, los juegos de azar y los juegos con apuestas”.

Quedan prohibidas también las máquinas tragamonedas en cualquiera de sus modalidades, sobre las cuales aclara que se entiende por máquina tragamonedas a todo dispositivo, a través del cual el usuario, sujeto a la destreza, realiza una apuesta, mediante la inserción de dinero, ficha, dispositivo electrónico o cualquier objeto de pago, con la finalidad de obtener un premio no determinado de antemano.

Y es que el artículo cuarto de esta ley es bastante claro en lo que respecta a acondicionar locales o viviendas para realizar apuestas, tal como sucede en el primer cuarto del Centro Histórico y un sinfín de tiendas de abarrotes de la capital del estado.