Desplazados vuelven a ruinas de Beirut; “pese a destrucción, estamos felices”
Decenas de miles de libaneses desplazados comenzaron a regresar a sus hogares tras la entrada en vigor de un alto el fuego que puso fin a dos meses de enfrentamientos entre Hezbolá e Israel. El conflicto dejó un saldo devastador: miles de muertos y 900,000 desplazados en Líbano, además de decenas de miles de evacuados en el norte de Israel.
El ejército libanés anunció que está reforzando su presencia en el sur del país, región controlada por Hezbolá y situada a unos 30 kilómetros de la frontera con Israel. Por su parte, el grupo proiraní declaró haber obtenido una “victoria” en el enfrentamiento y aseguró que sus combatientes permanecen preparados para nuevos combates.
“Nos sentimos renacer”, expresó Um Mohamed, una viuda de 44 años de la aldea de Zabqin, quien había huido a las montañas cerca de Beirut. Como ella, miles de personas del sur de Líbano, el valle de Becá y los suburbios de Beirut, bastiones de Hezbolá, emprendieron el regreso a pesar de la devastación.
En Beirut, la carretera hacia el sur se vio congestionada por vehículos llenos de familias que regresaban a sus aldeas, mientras que en los suburbios del sur, milicianos de Hezbolá celebraban ondeando banderas y coreando eslóganes en apoyo a su líder, Hasán Nasralá, quien murió en un bombardeo israelí en septiembre.
El conflicto comenzó tras la incursión de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023, que desató la guerra en Gaza. Hezbolá abrió un frente adicional al disparar cohetes contra el norte de Israel en apoyo a Hamás, lo que llevó a Israel a responder con bombardeos masivos y un despliegue terrestre en el sur del Líbano a partir de septiembre.
La tregua, negociada por Estados Unidos y Francia, tiene una duración de 60 días. El primer ministro libanés, Najib Mikati, expresó su esperanza de que este acuerdo marque “una nueva página” para el país, que lleva más de dos años sin un presidente electo.
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