Jornadas laborales superiores a la ley se castigarán con hasta 12 años de prisión

En México, la cultura laboral arraigada se refleja en cifras preocupantes: según datos de la OCDE, los mexicanos trabajan en promedio alrededor de 2,128 horas al año, casi 500 horas más que el promedio de los países miembros de la organización.

Aunque la Ley Federal del Trabajo establece un límite de 48 horas semanales y un día de descanso por cada seis trabajados, en la práctica muchos enfrentan jornadas laborales extenuantes que sobrepasan estos límites.

A partir de este mes, las jornadas laborales que excedan estos máximos legales son consideradas un delito de explotación laboral, según la reciente reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación. Esta reforma modifica la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas, ampliando la definición de explotación laboral para incluir los casos de excesiva carga horaria sin la debida compensación o en condiciones adversas.

Anteriormente, la explotación laboral se consideraba solo en casos con condiciones insalubres o peligrosas, así como en situaciones de remuneración inferior al salario mínimo. Ahora, se añaden las jornadas laborales que superen las 48 horas semanales y las horas extras permitidas, las cuales no pueden exceder tres horas diarias o nueve horas semanales, con una compensación adicional del 100% del salario correspondiente.

Las penas por este delito van desde los 3 hasta los 10 años de prisión, acompañadas de multas que oscilan entre los 5,000 y 15,000 días multa. En el caso específico de afectar a personas de pueblos indígenas o afromexicanas, las penas pueden aumentar de 4 a 12 años de cárcel y multas de 7,000 a 70,000 días.

Esta reforma busca proteger los derechos laborales fundamentales y garantizar condiciones de trabajo dignas para todos los trabajadores mexicanos, eliminando prácticas abusivas que atentan contra la integridad y el bienestar de los empleados.